domingo, 30 de octubre de 2011

Marisa Pascual. Artículo.



CARTA A YUE YUE

    (La niña china doblemente atropellada e ignorada en medio de la calzada, un día 13 de octubre de 2011)
    Querida niña china desconocida para mí, pero niña, mi posible hija, mi posible amor, mi posible tesoro. Te admiro ya tan pequeña, ya tan lejana y te diré por qué... tu ejemplo, tu entrega y renuncia me hablan de estandarte, de pancarta universal que anuncia IGNORANCIA, MISERIA, ANESTESIA. Y tú, tan pequeña, tan inocente, sin saber que aquella carretera iba a estar plagada de ciegos que ven, de patanes esclavizados por la brutal sordera del silencio en el que se refugian para no seguir tragando la vida que les ha tocado o para seguir atiborrándose de la que con aplomo soportan sobre sus hombros, enmascarados por el eco apetecible de la vida cómoda y fácil, locos sin compromiso temerosos de cordura, corazones atestados de ruinas llenas de agujeros por donde asoma su cobardía, deshechos que expulsa la sociedad reventada de toxinas que vierte a sus crías de laboratorio, cuevas infernales de almas escapadas donde ni un minúsculo crepitar de grandeza asoma.
    Te pido perdón niña china, en nombre de toda la humanidad a la que represento. Estoy muy preocupada por esto que te ha pasado. Es un símbolo del poder de las bestias ausentes del latir que necesita el alma para bailar al compás de la vida. Eso me hace pensar en el nivel de toxicidad que tienen nuestras mentes, en el envenenamiento que recorre nuestra sangre y que causa ese gélido comportamiento donde ya no distinguimos lo más primario, el derecho a la vida. Si tan dormidos estamos como para privarnos del instinto natural de reacción cuando vemos que hay un ser indefenso ante nosotros y le atropellamos como quien pisa una cáscara de plátano, si tan ajenos a todo lo que concierne más allá del límite de nuestras cabezas, por estar demasiados sumergidos en el interior de nuestros egocéntricos mundos alienados, si tan crueles, si tan míseros como para no saber dónde hay una lágrima, dónde un dolor, dónde una sonrisa, dónde está el horror que supone ver a una niña ensangrentada y atropellada sobre una carretera... renuncio, renuncio y renuncio a creer que podamos llegar a ser eso.
    Me pregunto cuántas bofetadas, cuántas borracheras, cuántas distracciones, cuántas guerras necesitaremos para comenzar a darnos cuenta de que el corazón de esa niña está repartido entre todos nosotros, que las lágrimas de esa madre serán las nuestras, que su dolor recorrerá tarde o pronto nuestros corazones, que ese atropello nos habrá aniquilado también a nosotros de alguna forma que aún desconozco. Y quisiera saber cuál es la frontera que un día cruzamos, dónde el límite que hace tiempo ya traspasamos, qué fue aquello que causó la confusión, la imposibilidad de reaccionar ante cualquier angustia que vemos, quizá por lejana, por ajena, quizá estemos demasiado distraídos o debería decir amaestrados... como bestias a quienes venden la palabra “libertad” arrebatada ya desde su origen pero que en un acto salvaje hacemos acopio de su lado más infernal.

    Querida niña china, ya no me quedan palabras ni apenas lágrimas, sólo siento rabia, vergüenza ajena, ganas de rebobinar este tiempo, esas mezquinas acciones o mejor dicho, esa preocupante pasividad que portan unos cuerpos que pasan al lado de una niña muriéndose en medio de una calzada, ensangrentada, aplastada, agonizante y la confundamos con cualquier obstáculo en la carretera al que hay que arrollar y esquivar porque nos incomoda y retrasa en nuestros importantes quehaceres.

26 de octubre de  2011


Marisa Pascual.
Desde Madrid. España.

Daniel Gorosito Pérez. Artículo.




VIGENCIA DE LA RELACIÓN ÉTICA-POLÍTICA


Desde la Grecia clásica, la relación entre ética y política ha sido uno de los temas que más ha preocupado a muchos filósofos e intelectuales, a lo largo de la historia del pensamiento humano.

Durante la antigüedad y el Medioevo se daba por sentado que la relación ética-política era una relación esencial, algo natural, es decir, era parte de la realidad misma de estas esferas de la acción humana.

Entre ellas no había contradicción, ni separación posible. Ambas se articulaban en el desarrollo histórico de las sociedades. Dedicarse a una de ellas implicaba acercarse a la otra.

De tal forma que, los filósofos antiguos y medievales no podían concebir una separación entre ellas pues, ética y política estaban unidas en una relación indisoluble.

Es hasta la Edad Moderna, con pensadores como Nicolás Maquiavelo (injustamente juzgado por la historia), cuando comienza a cuestionarse si esta relación, ética-política es esencial, necesaria como afirmaban los antiguos, por el contrario es contingente.

Al hombre moderno ya no le parece que sea una relación tan natural. Y a Maquiavelo le tocará sembrar la duda sobre este vínculo. Para el pensador florentino el fin del verdadero político, del gobernante eficaz, es el ejercicio del poder, no por el poder mismo sino en función del bienestar general o bien común.

Es este bien común, el criterio que ha de regular en última instancia, la actuación del gobernante. Dicho principio regulador, vendría a desvirtuar la imagen que, históricamente, nos hemos hecho de Nicolás Maquiavelo: una persona sin escrúpulos, totalmente inmoral.

Afirmar que este filósofo no reconoce ningún límite moral a la acción de los gobernantes, es no haber comprendido, ni el contexto, ni el pensamiento del asesor político florentino.

Después de Maquiavelo, muchos, la mayoría oportunistas, han interpretado su pensamiento según su conveniencia, haciendo del poder político un instrumento de corrupción por medio del cual se puede cometer cualquier tipo de crímenes y abusos.

Con ello, han desnaturalizado la verdadera función de la política y han puesto en entredicho la importancia del papel del político dentro de la sociedad. Esto ha desembocado en un rechazo de la gente común hacia la actividad política por considerarla deshonesta.

Lo anterior nos revela que este tipo de reflexiones en torno a la relación ética-política permanece vigente y que, a pesar del tiempo transcurrido, es uno de los temas más permanentes de la filosofía.

Como sociedad debemos de tener claro que el gobernante como tal, tiene una función específica y determinada. Platón afirmaba que, así como el buen capitán de un barco es aquel que sabe llevar a puerto seguro su nave, el mejor gobernante será quien dirija el Estado de tal forma que todos los miembros de la sociedad logren alcanzar el fin último de la vida en sociedad: el bienestar y la felicidad.

El buen gobernante será por lo tanto, quien consiga llevar a buen puerto la nave del Estado lo que, en términos platónicos, significa que los miembros e la sociedad sean felices. Para ello se necesita que la acción del gobernante, esté limitada por principios morales que le permitan y en ningún caso le impidan, consecución del fin último del poder político.

Mostrar la necesidad de consolidar la relación ética-política, resaltando la importancia que para el hombre de Estado tiene contar con principios éticos que regulen su acción como única vía para lograr el bienestar de las sociedades en el mundo globalizado que traviesa una grave crisis económica de base moral, es la tarea del filósofo y los intelectuales hoy en día.

Aunque ya sabemos que, históricamente el político pragmático siempre ha desconfiado del intelectual, marginándolo y con ello despreciando un conocimiento que es vital.

Cuando esta situación cambie, cambiarán muchas cosas que hoy son parte de nuestra triste realidad social.



Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez.
Desde  Uruguay.





Víctor José Maicas. Artículo




DE MADRID AL CIELO, PASANDO POR “LA CAÑADA REAL”

    No hay excusas posibles para no intentar hacer una mejor y más justa redistribución de la riqueza en todo el mundo.
     No hace mucho se publicó en Bottup uno de mis artículos cuyo título era “Nueva York y los contrastes sociales en pleno primer mundo”. Pues bien, si algunos piensan que tal situación es excepcional, que miren de puertas hacia adentro y comprobarán que esto es algo habitual en muchos de los países pertenecientes al llamado primer mundo.
    En demasiadas ocasiones he escuchado esa afirmación de que “por desgracia, no hay para todos, y unos deben vivir mal para que otros puedan vivir mejor”. Bien, pues si esto fuera algo científico, es decir, que realmente no hay para todos, lo primero que se debería hacer, bajo mi punto de vista, es empezar a controlar de forma lógica y solidaria la natalidad para de esa forma evitar al menos el sufrimiento gratuito de mucha gente que tan sólo nacerá para malvivir en la precariedad y en la miseria más absoluta.
    Pero claro, cuando uno empieza a escuchar que sí hay suficientes alimentos (al menos de momento) para todos los que habitamos este planeta, que sí existen también suficientes avances médicos para erradicar muchas enfermedades, que con tan sólo el 1% que se ha destinado para salvar a la banca se hubiese podido eliminar toda la deuda de los organismos de Naciones Unidas destinados a combatir el hambre en el mundo, que con parte del dinero destinado a armamento se podrían mejorar las energías alternativas menos contaminantes, que el 20% de la población mundial consume el 80% de los recursos del planeta frente a ese 80% de seres humanos que tan sólo se reparten el 20% restante, que con sólo el 0’7% de aportación de los países ricos se podría…
    Sí, podría llenar páginas y páginas hablando del injusto y mezquino reparto de la riqueza del planeta, y es por tal motivo por el cual me indigno al oír que “debemos ser conscientes de que no hay para todos”. No, evidentemente no hay para todos si en el mundo consentimos que existan “milmillonarios” mientras en determinados continentes las gentes se mueren literalmente de hambre, tampoco habrá para todos si consentimos que sigan existiendo los paraísos fiscales para que, quizá, unos cuantos especulen con ese dinero sobre el precio de los alimentos, y menos aún habrá para los más débiles si los países ricos explotan los recursos naturales de las naciones subdesarrolladas mientras encima muchos se quejan de que hay demasiados inmigrantes en nuestras calles. Y, por supuesto, seguirá sin haber menos para la gente en general si hacemos caso omiso a las reivindicaciones salariales de los trabajadores mientras determinados ejecutivos ingresan millones y millones de euros anualmente, y evidentemente tampoco habrá para todos si… Así es, la lista se puede incrementar probablemente hasta el infinito, y es entonces cuando sí será verdad que no hay para todos (con esta brutal crisis económica originada por la locura económica neoliberal, hasta los ciudadanos del llamado primer mundo están sufriendo ya las consecuencias de ese avaro e injusto reparto de la riqueza).
    Y es por todo esto por lo que les he recordado el artículo de Nueva York en este que lleva por título “De Madrid al cielo, pasando por la Cañada Real”, puesto que en realidad no es cierto que no haya para todos, sino que lo que realmente sucede es que probablemente preferimos mirar hacia otro lado si a nosotros no nos afecta directamente una determinada situación para así, además de no perder ni un sólo miligramo de calidad de vida, no dar opción a nuestra conciencia a rebelarse frente a nuestra pasividad. Una pasividad que, por cierto, no es capaz de inmutarse ni tan siquiera teniendo la realidad a escasos minutos de nuestro hogar, tal y como sucede en Madrid, Nueva York y en tantas y tantas ciudades a lo largo y ancho del mundo. Pero tiempo al tiempo, pues según las últimas estadísticas en España ya existen más de nueve millones de pobres (más del veinte por ciento de la población y eso que estamos entre los países más industrializados del mundo; así que imagínense cómo deben de estar los demás).
    ¡Vaya!, perdón, se me había olvidado, “La Puerta del Sol” de Madrid dista apenas unos 14 kilómetros de “La Cañada Real”, un barrio en donde la miseria y la precariedad campan a sus anchas a tan sólo unos minutos del lujo y la ostentación de unos cuantos privilegiados.



Víctor J. Maicas
*escritor.
Desde Castellón. España.

María Dolores Herranz. Poesía.




SU CONDENA

La condena de estar viva, era su más dura pena
con la boca muy sellada y sangre hirviendo en las venas.
De ser un día con luz, paso a ser noche muy negra,
aquel paisaje florido, se convirtió en hojas secas.
Como coraza de amianto, su memoria la atrapaba
con una angustia perenne, despertaba las mañanas.
Mal llevaba su rutina invadida de añoranzas,
sólo podía sonreír al rememorar su infancia.
¿Por qué nos amantaste con tu leche tan amarga?
¿Quién te despertó aquel día, con estruendos de metralla?
¿Qué fue lo que sucedió, quién pagará aquella tasa?
¿Dónde fueron a dormir los que sacaron al alba?
Hoy no quiere recordar los zumbidos de las balas
ni las raciones de pan, de leche o de palabras.
Quiere volver a encontrar ilusión en las miradas
y que les deslumbre el sol cuando abra la ventana.
Ver el triunfo de la vida y el final de la guadaña,
que no vuelvan esos tiempos de oscuridad y de rabia,
de silenciar unas bocas con las miradas que hablan.


Dolores Herranz.
Desde Valencia. España.

Daniel Gorosito Pérez. Poesía






HAMBRE DE PAN


Hay multitudes
de ojos enrarecidos,
un signo inequívoco
del nervioso final
de una inconclusa quimera.

Hay hambre de pan.

Corazones resecos,
miradas agrias
chocan contra el muro de la indiferencia,
alborada del silencio.

Hay sombras en el agua
y
un pez perdido en mares eternos.



Daniel Gorosito.
Desde Uruguay.

Francisca Martínez Usero. Poesía






EL MUNDO AL REVÉS

Me he asomado a la ventana
de la vida, y he visto...
¡El mundo al revés!

Hijos, que maltratan a sus padres.
Padres, que matan a sus hijos.
Abuelos, abandonados a la miseria
moral más absoluta, revestida
de muerte digna... "La Eutanasia".

Políticos, que legislan contra natura.
Corruptos bajo mansa apariencia...
Lobos, de una sociedad abocada a la ruina.

Médicos, que olvidan su juramento hipocrático
bajo la sábana de la salud social.
-Higiene sexual, planificación familiar-
Qué forma más antológica
de asesinar al έμβρυα no nacido...
Como un placebo de conciencia.

Jueces, que se venden
como la mejor de las prostitutas.

Pueblos, que se mueren de hambre
mientras yo, vivo en la opulencia.

Juventud, maleada y engañada,
ignorante...fácil de manipular
en un borreguil adoctrinamiento de libertad.

Guerras estúpidas, llamadas conflictos.
Cuyos daños colaterales,
recaen siempre sobre el más débil.

Educadores, sin autoridad
esclavos al látigo del alumno.
¿Dónde está el Maestro?

Hombres, que matan a mujeres
como ostentación del más arcaico machismo.

Terrorismo, que implanta sus ideas
a golpe de tiro en la nuca.

Iglesia, que enciendes una vela a Dios
y te arrodillas ante el dinero.
"Médico, cúrate a ti mismo".

¡Qué locura, qué despropósito!
¡Qué impotencia, qué dolor!

En este carnavalesco paseo,
me ahoga la ignominia y podredumbre humana.
Cuya fetidez impregna las entrañas del hombre.

Necesito limpiar la atmósfera de mi existir
con energías renovables de esperanza,
honradez, comprensión, bondad,
justicia, generosidad, verdad.

Pregunté a un niño qué quería,
y me dijo: "Soñar".

Para quienes desean un mundo mejor.

F. M.Usero.
Desde Murcia. España.

Enrique Arias Vega. Artículo






¡Jobar con Halloween!

    Cada día que pasa hay menos trabajo pero más fiesta.
Ahora le toca el turno a Halloween, festejo que no tiene nada que ver con nuestra tradición, que muchos ignoran de qué va y que hasta hace pocos años ni siquiera sabían que existía.
    Eso no obsta para que ahora los colegios interrumpan su jornada lectiva y que niños y no tan niños compitan con disfraces a cuál más extravagante.
Es que no dejamos pasar ni una sola fiesta. Y, por si no hubiera bastantes, seguimos inventándolas. Ya ven: la Tomatina de Buñol es un jolgorio colectivo que apenas si cuenta con 50 años de historia y ya se ha convertido en todo un clásico, con más tradición que muchas de las antañonas romerías populares.
    Puestos a inventar, la localidad alpujarreña de Bérchules celebra el fin de año en pleno mes de agosto y concita a juerguistas de todas partes que están a la que salta, sea donde fuere.
    Hay quien piensa que esta propensión española a la fiesta está impresa en nuestro ADN, como ahora se dice. Así se explicaría que, pese a tantas hipócritas normas contra el maltrato de los animales, continúen los toros embolados y demás festejos bárbaros y primitivos que jalonan nuestro país.
    Lo peor de todo es que no hay quien le ponga el cascabel a ese gato, ni siquiera en estos tiempos de crisis económica. Porque mucho quejarnos de los posibles recortes sociales, sí, pero si se redujese drásticamente el presupuesto de las fiestas patronales es cuando la gente se lanzaría a la calle en una estruendosa protesta.
    Al menos, en favor de Halloween, hay que decir que no le cuesta un duro a las arcas públicas. Algo es algo.


Enrique Arias Vega
Desde Valencia, España.




sábado, 22 de octubre de 2011

María Dolores Herranz. Poesía.



SI DE VERDAD ME QUIERES

Si de verdad me quieres…
no rompas mis alas
no impidas mi vuelo.
Si de verdad me quieres
respeta mi tiempo.
No ates mis patas
no trunques mis sueños.
Si un poco me quieres
no cubras el cielo.
Será un vuelo corto
ya muy poco espero:
enseñar los dientes
ver el sol de nuevo.
Encubé tu nido
cuidé los polluelos
a cambio te pido,
te exijo un respeto.
Estoy en mi ocaso
oscuro está el cielo
los escasos sueños
son todo mi anhelo.
Madera en el monte
el agua en la fuente
la flor en el campo
sin cuerpo presente.


María Dolores Herranz.
Desde Valencia. España.

Lidia Leticia Risso. Poesía




Y LA PAZ…., QUE NO LLEGA

Banderas oxidadas,
embriagadas de tristeza
y diferentes culturas
que sufren
los envistes del dolor
y el estupor de una bomba
como resultado
de tanta bajeza.

Lenguas que olvidadas
fueron arrebatadas
como signo indigno
de la identidad
de la pobreza.

Servilismo
de gruesas cadenas
de hambre,
de todos colores,
si negro, si blanco,
si azul o amarillo.
Todos somos el producto
de ese crisol de razones
que busca explicaciones
y no las encuentra.

Allá…, en aquel lugar
que ocuparon
girasoles orgullosos,
que erguidos saludaban,
hoy avanza el pasto seco;
no ha lugar a la alabanza.

Y la paz….,que no llega
y el agua que se diluye
y la dignidad que no alcanza.

Abracemos el aire,
las flores, las plantas,
y solo unidos y juntos
podremos construir
la mejor de las mañanas’’.


Lidia Leticia Risso.
Desde Argentina.

Enrique Arias Vega. Artículo





EL PADRE DE STEVE JOBS


    Se han publicado estos días varios reportajes sobre el desconocido padre biológico de Steve Jobs, tras el fallecimiento del fundador de Apple.
Más allá de la rocambolesca peripecia vital de John Jandali, que así se llama el aludido, lo que me ha llamado la atención es que el hombre sigue en activo a los 80 años: es director general de un casino en Reno y ¡con 78 años! fue ascendido a ese puesto desde el de jefe de recepción.
   ¿Alguien se imagina algo semejante en España? Imposible. Aquí se considera amortizable al personal de poco más de 50 años y, hasta hace dos días, como quien dice, nuestras autoridades han estado propiciando su prejubilación, eso sí, con el dinero de todos los españoles.
    Sin llegar, por supuesto, a las indecentes retribuciones de López Abad, José Luis Pego y demás caraduras que han malversado los fondos de nuestras cajas de ahorros, el estar manteniendo ociosas a personas con plena capacidad productiva supone un brutal despilfarro que así nos ha llevado al precipicio.
Eso no sucede en Estados Unidos, como hemos visto, por lo que su productividad es más alta que la nuestra, su mercado de trabajo resulta más adaptable y la salida de la crisis económica se produce con más rapidez.
    Aquí, en cambio, nos hemos instalado en un lamentable “estado de derroche”, como decía el empresario Juan Roig esta misma semana. Según el dinámico presidente de Mercadona, es preciso que pasemos inmediatamente de la “cultura del maná a la del esfuerzo y del trabajo”.
    Si no lo hacemos, nos quedaremos en el hoyo cuando otros países remonten el vuelo.


Enrique Arias Vega
Desde Valencia.
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Lidia Leticia Risso. Poesía



INDOLENCIA

Emanan
las palabras
tiranas
como grandes
bocanadas
de fuego
adverso.

Convergen
en un ámbito
de pertrechos,
ubicado
en sus propias
gargantas.

Desordenan
el orden
y malgastan
sus armas.

Su órbita,
desorbita
su lengua,
y no mengua
su intención
malsana.

Su poca
reflexión
desobedece,
y su corazón
y sus neuronas
no paran.

Generan
Odio pero…,
el boomerang
del tiempo
les traerá
de regreso
sus cuerpos
sin alma.

Lidia Leticia Risso.
Desde Argentina.



Enrique Arias Vega. Artículo





SALTEADORES DE BANCOS (Y DE SUS CLIENTES)


    Escandalizada por los sueldos estratosféricos de nuestros financieros, me pregunta una amiga: “¿Por qué los pequeños accionistas les damos cada año el voto a los consejeros de los bancos a cambio de un paraguas o de una toalla de mal gusto?”.
    No se refiere solo a los millones que se han llevado Modesto Crespo, José Luis Pego, López Abad y otros saqueadores de las cajas de ahorro. Su protesta incluye también las cuantiosas retribuciones de nuestros principales banqueros: Emilio Botín, Alfredo Sáez, Paco González y compañía.
    Todos esos sueldos son legales, por supuesto, y los pequeños accionistas, como mi amiga, ni pinchan ni cortan porque esas corporaciones financieras las controla un puñado de individuos que funcionan como un sindicato de intereses.
    Lo peor es que sus indecentes emolumentos no salen ya de un tradicional beneficio financiero venido a menos por la concentración de riesgos, la falta de liquidez, la dificultad del crédito, el límite a los intereses de los depósitos y la competencia de las instituciones públicas (con sus bonos patrióticos) a la hora de captar dinero.
    Así que ya lo vemos: para que ese puñado de individuos puedan llevárselo crudo, nos suben el coste de las tarjetas de crédito, se inventan comisiones por operaciones de chichinabo y hasta nos cobran por transferir dinero entre cuentas de la propia entidad bancaria.
    De seguir así, acabaremos pagando por el mero hecho de entrar en un banco y tendremos que hacer las operaciones nosotros mismos por falta de personal mientras que consejeros y ex consejeros vivirán como marajás en la más absoluta impunidad.

Enrique Arias Vega.
Desde Valencia.



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Lidia Leticia Risso. Poesía



EN LLAMAS


Si por la paz
se vive
o se muere,
o si el vivero
de la vida
ya no germina,
será
porque sus semillas,
ya no son
el nutriente,
que ahora
infértil,
la tierra rechaza.

El espíritu
se fundió
en el Universo,
se voló una mañana
que todo estaba
disperso.

Las familias
fueron arrasadas
por la muerte,
esa muerte
estéril
de un país
en llamas.

Paloma
que aún respiras,
elévate
hasta tocar
el cielo.

Y por favor,
ve y dile
a nuestro Padre,
que ya se nos
hace imposible,
poder sobrevivir
en este suelo.


Lidia Leticia Risso.

Desde Argentina.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Isabel Oliver. Poesía.




HEPTASÍLABOS TRISTES PARA UNA NIÑA MENDIGA


¡Pobre niña mendiga!
Pobre como la nada.
El futuro te mira
y huye despavorido.
Tus manos extendidas
atrapan el vacío.
Piensas que el sentimiento
es el dolor que cabe
en una caja rota
donde se guarda el alma.
Reina niña mendiga
rata de estercolero
viviendo en la inmundicia.
No sabes que la música
vibra con siete notas
y teje un canto inmenso.
No sabes que le bastan
sólo veintiocho letras
a la sabiduría
para crecer en páginas
llenas de pensamiento.
Sí sabes que los años,
que con trabajo cumples,
-porque te lo contaron-
sólo son accidente.
Se le escapó a tu madre
sin poder retenerlo
el último suspiro
al querer asfixiarte
apretando las piernas
aquel día en el parto,
al propagar el círculo
solemne hacia la huída.
Te has quedado sin besos;
sin oír el latido
del corazón materno
al acercar la boca
buscando el alimento.
Te has quedado sin nanas.
No tienes el recuerdo
de una canción de cuna
donde ha bailado el sueño.
Cuando un día una rata
te trasmita la rabia
nadie te echará en falta.
No estás en los registros.
Ni siquiera eres número
en la sala de espera
de algún ambulatorio.
Así te he visto hoy
cuando el telediario
habló de tu tragedia.
Con tus ojos de súplica
e infantil inocencia
me pides ese tanto
por ciento que me sobra.
Piensas que curará
tu sed y hambre antiguas
de tierra desnutrida.
Llorando con tus lágrimas
resbalo por tu mano
tendida sin caricias.
La infancia se ha quedado
a vivir en tus ojos:
no quiere abandonarlos
sin cobrar el tributo
de los momentos cálidos.
Ellos te pertenecen
como el circo al payaso.
Como la risa limpia
al juego con muñecas.
Como el sueño a los párpados.
Es mejor que no veas
mi mundo de egoísmo.
Que no huelas siquiera
mi cuerno de abundancia.
Tú estás acostumbrada
a la humedad verdosa
de la fría mañana.
A perseguir al pájaro
que ha caído del nido.
A atrapar cucarachas.
A guardar lagartijas
dentro de una botella.
A despeñarla hiriente.
A mirar como rueda
mientras se va quebrando
con chasquidos de muerte.
¡Son tan crueles tus juegos!
Y tu supervivencia
conoce fantasías
de olor a pegamento.
No sé qué cara tienes.
¡Estás tan alejada!
No veo en mi horizonte
tu triste tercer mundo.
Ya me he acostumbrado
a ser mero expectante
ante el dolor ajeno.
Tú que tienes la fuerza
de despertar conciencias
dame de tu riqueza
hoy que pobre me siento.


Del libro "Veinte años de poesía"

Isabel Oliver González
Desde Valencia, España.

Víctor José Maicas. Artículo






EL MAQUILLAJE MEDIÁTICO DE ISRAEL

    Para contrarrestar el posible reconocimiento por parte de Naciones Unidas del nuevo Estado Palestino durante este mes de septiembre, el gobierno israelí ha difundido hace unos días un vídeo totalmente parcial y manipulativo.

    Hay determinadas zonas del planeta que piden la independencia por cuestiones simplemente culturales (algo bajo mi punto de vista totalmente lícito y comprensible). Pero la independencia del pueblo palestino significará mucho más que eso, pues los palestinos dejarán atrás el yugo de la miseria y la opresión para intentar empezar a vivir con total libertad y dignidad.
    Posiblemente la mejor forma que tiene un Estado de eludir su propia responsabilidad cuando atenta contra los derechos de cualquier ser humano, es dar a entender al mundo que sería incapaz de cometer actos de ese tipo. Y es por tal motivo por el que a continuación les hago esta reflexión para explicar esa especie de manipulación mediática que por lo que parece el Estado de Israel está llevando a cabo desde hace tiempo (lo del vídeo difundido durante estos días es otro claro ejemplo de ello).
    Así pues, y como un simple ejemplo para explicar esto, les diré que hace un tiempo tuve la oportunidad de visualizar, por segunda vez, la película israelí “Vals con Bashir”, la cual recibió diversos premios en varios certámenes. Sabía que era una denuncia a la masacre de los campos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila pero, siendo precisamente una producción israelí y además teniendo en cuenta que el film se exhibió sin problemas en los cines de aquel país, mis dudas acerca de la imparcialidad del mismo se incrementaron de una forma muy considerable. Así pues, quería tener mi propia opinión de una forma objetiva, y para ello la mejor manera de hacerlo era visualizándola sin haber escuchado antes ningún comentario en concreto ni a favor ni en contra del mismo. Decidí, en cierto modo, transformar la célebre y consumista frase del “busque, compare y, si encuentra algo mejor, cómprelo”, por la de “observe, piense y, finalmente, juzgue por usted mismo”.
    Bien, pues una vez visualizada, la verdad es que la película no defraudó mis expectativas debido a su calidad en sí, pero en cuanto al resultado final del mensaje debo admitir que me dejó un regusto agridulce. No les voy a contar el desarrollo de la misma, pues evidentemente pienso que deben ser ustedes mismos los que formen su propia opinión, pero sí les diré que así como el film me parece un magnífico alegato contra la guerra y sus miserias, sin embargo pienso que quizá en el fondo trata de justificar, de una forma totalmente injustificable (es posible que sin pretenderlo el autor de la película), la verdadera responsabilidad del Estado de Israel en esta masacre. Y más, cuando después de aquellos hechos se han seguido produciendo actos que podríamos calificar como totalmente reprobables, ya que hay que recordar que en cada ataque hacia la población de los campos de refugiados palestinos Israel no suele permitir la entrada ni a periodistas ni a observadores internaciones, algo que digamos, no es muy recomendable para salvaguardar los Derechos           Humanos de la población que reside en dichos lugares.
    Pero voy a quedarme con una escena del film, una escena donde, de alguna forma, se comparan los campos de Sabra y Shatila con el gueto de Varsovia de tal forma que se da a entender que es precisamente el pueblo israelí el que, habiendo sufrido aquella trágica experiencia, sería incapaz de consentir una barbarie como esa.
    Bien, pues llegado a este punto, creo que de todos es bien sabido la verdadera responsabilidad que Israel tuvo en las matanzas de Sabra y Shatila, por más que se trate de desviar la atención hacia otras cuestiones (no digo que los israelíes en general estuvieran de acuerdo con aquello, pero de lo que no me cabe la menor duda es que muchos de ellos miraron hacia otro lado a la hora de pedir responsabilidades a sus dirigentes tras lo sucedido). Pero les invito a un juego, un macabro juego podríamos decir, ya que si en esta película sacan a relucir el gueto de Varsovia para quizá intentar convencer a la opinión pública de que el Estado israelí nunca sería capaz de consentir algo semejante, vamos a comparar brevemente algunas cosas ocurridas en dicho gueto, con lo que durante estos años ha estado sucediendo en el mayor gueto de la historia de la humanidad, Gaza. Pero eso sí, con la salvedad de que aquello ocurrió en plena segunda guerra mundial y a espaldas del mundo, mientras que el conflicto palestino-israelí de hoy en día se está retransmitiendo en vivo y en directo sin que la Comunidad Internacional y la opinión pública mundial haga, incomprensiblemente, nada eficaz por remediarlo.
    Así pues, juguemos al tétrico juego, por tratarse de lo que estamos hablando, del “observe, compare y, finalmente, juzgue por usted mismo”. Y lo voy a hacer desde una perspectiva totalmente objetiva para que así no se me intente tachar de partidista, y para ello utilizaré dos películas que, evidentemente, no están catalogadas como anti-israelíes, como son “El pianista” y “La lista de Schindler” (esta última transcurre en el gueto de Cracovia). Dos films, dicho sea de paso, magníficos no sólo por su calidad artística, sino sobre todo por su calidad humana denunciando aquella barbarie que nunca jamás hubiese tenido que haberse producido.
    Por lo tanto, y evidentemente sin pretender comparar al cien por cien estos guetos, empecemos comparando muy brevemente tan sólo algunas de las situaciones ocurridas en ellos, puesto que el tema da tanto de sí, que de lo contrario en lugar de ser un artículo periodístico se podría convertir en una pequeña novela, y este, evidentemente, no es momento ni lugar para ello. Comparemos pues, de una forma muy escueta, en primer lugar la vida en los guetos: tanto en “El pianista” como en “La lista de Schindler” podemos ver que el pueblo judío es despojado de todas sus posesiones y obligado a trasladarse al gueto. Hoy en día, muchos de los habitantes de los campos palestinos son personas obligadas a abandonar sus tierras y las de sus antepasados para vivir en unos guetos a los que actualmente se les denomina “campos de refugiados”, supongo que porque la palabra gueto queda malsonante a nuestra delicada sensibilidad de hoy en día.
    También observamos en estas películas cómo los habitantes de los guetos de Varsovia y Cracovia malvivían cercados por el hambre, la miseria y las enfermedades. Bien, pues durante estos últimos años, y según diversas informaciones, en Gaza malviven aproximadamente 1.500.000 personas de las cuales un altísimo número están en paro, tienen una red de hospitales a los cuales se les priva en innumerables ocasiones de electricidad y ni tan siquiera tienen aseguradas medicinas tan básicas como la anestesia para las intervenciones quirúrgicas. Recordemos también que la población de Gaza sobrevive básicamente por la ayuda internacional que entra en cuentagotas pero, aún así, recuerdo que en ocasiones de los 500 camiones diarios que se necesitaban para su subsistencia, algunas organizaciones denunciaron que el Estado de Israel tan sólo dejaba entrar unos 200. Eso, siempre y cuando no se agrave la situación bombardeando los almacenes de víveres de Naciones Unidas, como ocurrió recientemente y sin ninguna sanción contundente por parte de la Comunidad Internacional.
    Pero dejemos el hambre, las enfermedades y la miseria, y centrémonos en la dignidad. Recordemos cómo en “El pianista”, ilustres ciudadanos y gente de a pie eran obligados a vivir entre muros, pues no se les consideraba personas, sino simples animales y, en el mejor de los casos, atracciones circenses para hacer pasar un buen rato a algún ciudadano de “origen superior”. Pues si nos vamos ahora al gueto de Gaza, supongo que muchos sabrán que Gaza ha estado sitiada de tal forma que se ha llegado a convertir en la mayor “cárcel del mundo”, al tiempo que su población ha estado cercada de tal manera que no ha tenido derecho a libres desplazamientos fuera de ésta. Y quien más o quien menos, ha visto documentales en donde algún soldado israelí daba a entender frente a las cámaras del reportero, sin aparente miedo a posibles sanciones o repercusiones, que retenían horas y horas a aquellas gentes en los pasos fronterizos no siempre por cuestiones de seguridad, y que no se trataba de personas, sino de animales. También hemos visto en algún reportaje cómo algún palestino ha tenido que tocar el violín y “bailar” para divertir al centinela israelí en cuestión al pasar un check- point, algo similar a lo que se nos muestra en las películas anteriormente mencionadas.
    Pero hablemos ahora del tema de la “seguridad”. Esta era la excusa que el ejército nazi aducía para realizar purgas en el gueto, pues según parece todo lo que fuese resistencia estaba considerado, de alguna forma, terrorismo. ¿Les suenan estas palabras? Hoy en día parece que cualquier voz discordante en Palestina, sea cual sea generalmente su postura, suele estar considerada en muchas ocasiones como terrorista por parte de las autoridades israelíes. Bien, como ya he dicho antes, podría expandirme muchísimo más en el tema, pero creo que con lo comentado ya existe materia suficiente como para poder crearse una primera opinión.
    Por lo tanto, y ahora que se debate en la ONU la posible independencia definitiva de Palestina, ¿no creen que el pueblo palestino ya ha sufrido demasiado y que merece sin duda un significativo y justo reconocimiento por parte de la Comunidad Internacional? ¿Y no creen que el Estado de Israel debería dejar ya de buscar excusas para justificar lo injustificable a través de su potente maquinaria propagandística? ¿Y no creen también que Naciones Unidas debería, como mínimo, respaldar la propuesta hecha en su día por Obama de respetar las fronteras de 1967, y así finalmente reconocer el nuevo Estado Palestino?
    En fin, sin lugar a dudas hay muchos más interrogantes que responder (el tema de los refugiados y un largo etcétera), pero pienso que todos se han de resolver a través de un diálogo mutuo de ambas partes cuyo fin sea ineludiblemente la creación de forma inmediata del nuevo Estado Palestino.
    Y por supuesto, esperemos que dentro de unos años no tengamos que hablar en presente de la existencia de guetos, pues ni los judíos de Varsovia y Cracovia, ni los palestinos de Gaza y Cisjordania, ni ningún otro ser humano, merecen pasar por tal sufrimiento y humillación.


Víctor J. Maicas
*escritor.
Desde Castellón, España.


Enrique Arias Vega. Artículo.




¿POR QUÉ NADIE SE FÍA DE ESPAÑA?


     Con este provocador título, los periodistas Gilles Tremlett (The Economist) y Raphael Minder (The New York Times) iniciaron este fin de semana en Salamanca unas jornadas internacionales sobre la crisis económica.
   La conclusión es que España ofrece muchas estadísticas, pero contradictorias, según cuál sea la fuente, y sobre todo, opacas, en cuanto a sus conceptos y a su metodología. “Lo peor es la falta de transparencia”, dijo Tremlett, quien recordó la doble promesa incumplida de Rodríguez Zapatero de aprobar una ley que la garantizase: “España es uno de los tres o cuatro países europeos que carecen de esa ley”.
    A partir de ahí, las autoridades —y las empresas y todo quisque— consideran la información como un patrimonio propio, que no deben compartir con el común de los ciudadanos. Doy fe personal de esa contradicción con la mayoría de países democráticos porque siendo corresponsal en Nueva York obtuve allí facilísimamente informaciones que en España no habría conseguido ni con fórceps.
    Pero no nos creen solo los de fuera, sino que nosotros mismos consideramos viciada cualquier información según cuál sea su procedencia. Minder aludió a que aquí no se valora una opinión por sí misma, sino por el medio de comunicación que la recoge: “Ésa es la ventaja de los corresponsales extranjeros —dijo—, que todo el mundo puede citarnos sin que resultemos sospechosos”.
    Habrá que concluir, pues, que, si ni siquiera nos fiamos de nosotros mismos, ¿cómo van a hacerlo los demás? Como dijo Luis Garicano, moderador del debate: “Ni hay conjura contra España, ni leyenda negra ni otras envidias”.


Enrique Arias Vega
Desde Valencia, España.





Lidia Leticia Risso. Poesía






EL PLANETA

Conmovido
el Planeta
se paró frente
a la puerta
desorientado,
después
de haber llorado,
un arco iris
nublado,
un árbol sin vida
y un pájaro,
exterminado.

Gritó
con fuerza,
silbó con rabia,
porque,
en esa noche
extraña,
afloraban
las marañas,
que nacidas
en las entrañas,
auguraban
la peor,
de las suertes.

Titilaba
la noche
sin estrellas,
y gemía
el bosque,
mientras el agua,
se declaraba
ausente.

Y el viento,
que ternura
en otra época
brindara,
esparcía
las cenizas,
que otrora
guardara.


Lidia Leticia Risso.
Desde Argentina.

domingo, 2 de octubre de 2011

Mercedes Huertas. Artículo.





HERIDAS Y MUTILADAS

   
    El otoño tiene esa ambigüedad característica entre la tristeza del día que se acorta, y la energía que despliega la gente tras el retorno de las vacaciones.
No obstante, en este primer día del otoño, la tristeza y el enfado me invaden al escuchar una noticia terrible, de la que no puedo hacer oídos sordos. Si por lo general, el año está horriblemente salpicado de asesinatos violentos de mujeres en manos de sus maridos o ex parejas, la noticia de hoy todavía es más incomprensible, pues se trata de una práctica continua y común, asimilada entre la sociedad de Camerún. El reportaje denuncia una sociedad y unas madres que se ven forzadas a quemar con piedras al rojo vivo los pechos de sus hijas, para que parezcan chicos y no sean violadas de manera continua y sistemática. Los gritos de las niñas ante la tortura es terrible, pensemos en cómo deben soportar el de la violación.
    Parece imposible que la humanidad pueda infligir tanto dolor y crueldad a sus semejantes. La educación y la cultura son las únicas armas que hay para erradicar la violencia y la injusticia. Sufrimiento lo padecen tanto hombres como mujeres, y aunque no se trata de ver quien sufre más, reconozcamos que las mujeres a lo largo de la historia somos las perdedoras. En situaciones de guerra la mujer es violada como parte de la conquista del territorio; la mutilación de órganos genitales es otra práctica de control y de dominio y sometimiento en el matrimonio en algunos países del mundo; la falta de independencia económica es otro factor que atan a las mujeres a sus maltratadores.
    Es un comienzo del otoño en el que yo también me siento indignada, por este y por otros motivos, y por ello voy a seguir luchando por mejorar la cultura y la educación social, por hacer de estos valores mi bandera, con el fin de dejar a nuestros nietos y nietas un mundo más respetuoso e igualitario.

Mercedes Huertas.
Desde Valencia, España.

Daniel Gorosito Pérez. Artículo.






EDUCAR EN LA TOLERANCIA

    Los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), aprobaron el 16 de noviembre de 1995 la Declaración de principios sobre la tolerancia.

    Este hecho explica la importancia que la gran mayoría de las naciones otorga a este principio ya que, al desarrollarlo, se fomenta el respeto a los Derechos Humanos y las libertades básicas de los seres humanos.

    “La tolerancia, señala la Declaración, consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio a la rica diversidad de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos” Esta definición es la conclusión de un amplio análisis y discusión desarrollada por lo representantes de los países miembros ante la UNESCO.

    Incluye compartir el conocimiento alcanzado por la humanidad mediante el estudio y la experiencia. Los integrantes de cada sociedad no deben cerrarse a nuevas expresiones culturales y, al respetar la comunicación y libertad de pensamiento y no discriminar a nadie por sus creencias religiosas, se cumple con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

    La declaración de principios afirma lo siguiente: “La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia”, destacando el deber moral que tiene y la considera una exigencia jurídica y política. Este aspecto también significa que ser tolerante implica aceptar la presencia del adversario, con el cual se puede dialogar y negociar.

    No se trata de que obligadamente se deba vencer o aniquilar. Es más conveniente anular la beligerancia con el propósito de lograr fines políticos. La relación cívica debe prevalecer para desterrar el espíritu de cruzada. La tolerancia junto a la coexistencia permitirán lograr mayores perspectivas de vida.

    De esta manera se fortalece la paz sustituyendo la cultura de violencia por una cultura de paz enmarcada en el diálogo.

    La tolerancia se encuentra vinculada a la pluralidad política, rechazando actitudes dogmáticas, inefables o absolutistas. Aceptar que otros seres humanos piensan distinto y además, tienen diversos intereses y es posible convivir en forma pacífica con ellos permitiría un mayor fortalecimiento de la democracia.

    Como decía el gran intelectual mexicano Octavio Paz: “No se trata de los unos y los otros, sino con los unos y los otros”. La tolerancia significa convivir en la diversidad. Es necesario actuar públicamente sabiendo escuchar a los demás y tomando en cuenta sus opiniones.

    Es una condición para el desarrollo de la democracia. La tolerancia establece con especial énfasis respetar el carácter multicultural, pluriétnico y multilingüe de cada nación. También es conveniente que hombres y mujeres sepan escuchar y le otorguen prioridad al diálogo como la mejor forma para superar los conflictos. La intolerancia social es el medio para agudizar problemas y su inmediata implicación en el alargamiento inútil de situaciones conflictivas.

    Enseñar a los miembros de una sociedad a ser tolerantes significa impulsar un proceso educativo cuyo objetivo es comprender que todos pueden gozar de derechos y libertades. Hombres y mujeres deben luchar en forma permanente para hacerlos realmente efectivos.

    La educación es un factor trascendental para que la ciudadanía comprenda las implicaciones positivas de la tolerancia social, económica, religiosa, política y cultural. Mediante este aspecto se podrá erradicar paulatinamente la violencia en todas sus manifestaciones y cualquier forma de exclusión.

    Asimismo, se logrará un verdadero desarrollo, fomentando el pensamiento crítico y razonamientos cuyas bases se encuentren en la ética.


Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
Desde Uruguay


Enrique Arias Vega. Artículo



EL COSTE DEL BIENESTAR

    Recorría ayer las salas del inacabable y grandioso museo ruso del Hermitage, subyugado ante tanta belleza artística. En cierto momento, al pasar junto a objetos embalados sin aparente protección, alguien comentó a mi lado: "Parece que se los llevan para venderlos". Se suscitó entonces la discusión de si la hipotética liquidación de su patrimonio artístico podría salvar de la quiebra a algún país; más en concreto a Grecia.
El debate no fue baladí. "¿Por qué no podrían vender los griegos El Partenón, por ejemplo, para pagar su deuda?", preguntó una amiga.
"Eso sería como perder la dignidad colectiva", replicó otro. "Pues la Junta de Andalucía tuvo muchos años en prenda La Casa de las Conchas, de Salamanca, y nadie se rasgó las vestiduras", apostilló un tercero.
La discusión se generalizó y hubo quien recordó la novela Las sandalias del pescador, de Morris West, donde un Papa de ficción, Cirilo I, se desprendía de los tesoros del Vaticano para paliar la hambruna del mundo.
No hubo acuerdo entre mis interlocutores, por supuesto, pero sí que quedó planteada la gran cuestión: ¿qué vale más, la dignidad nacional o el bienestar material?
De eso se trata, en el fondo, en el drama de Grecia y en los que le pueden seguir. Los ciudadanos de aquel país se niegan a vivir peor que hasta ahora, aunque lo hayan estado haciendo tramposamente, por encima de sus posibilidades. Pero, ¿qué sacrificio están dispuestos a hacer, no ya para mantener su nivel de vida, que es imposible, sino para recuperarlo en un futuro?
Por lo visto en manifestaciones callejeras, bien poco. Y es que, allí como aquí, nos hemos habituado a creer que solo tenemos derechos sin contrapartida alguna.



Enrique Arias Vega.
Desde Valencia, España.

Enrique Arias Vega. Artículo



LO QUE SE CUENTA POR AHÍ


    De regreso a la Comunidad Valenciana tras diez días de viaje, observo con sorpresa que el mayor tema de conversación ciudadana es el arranque liguero del Valencia CF, que hoy se enfrenta al Barça, y la buena marcha en segunda de los equipos alicantinos. La crisis económica, siempre presente, queda relegada a un segundo plano.

    Los más iniciados en cuestiones políticas tienen, con todo, otros temas para la discusión. Uno, el presunto diálogo de Rita Barberá y Mariano Rajoy, aunque los enteradillos no se ponen de acuerdo sobre él. La hipótesis más plausible es que podrían haber pactado la marcha de la alcaldesa al Congreso de los Diputados, para sustituir a Pepe Bono en la presidencia, caso del triunfo electoral del PP.

    El trasfondo de esa posible operación serían los números rojos del consistorio, que de esa manera le estallarían en la cara al sucesor de Rita Barberá, manteniendo inmaculada la brillante ejecutoria de la actual munícipe.

    Es una hipótesis creíble en un momento en el que las cuentas de todas las instituciones van de capa caída y en que la penuria propicia enfrentamientos impensables hasta hace bien poco, como el del alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, con el presidente provincial del PP, Alfonso Rus, sobre la pervivencia o no de las diputaciones.

    Lo cierto es que las arcas públicas no tienen un duro y nadie sabe cómo van a atender los pagos previstos en los próximos seis meses. ¿Es posible la insumisión municipal, como propone Rita Barberá —siempre la hiperactiva Rita, una y otra vez—, no devolviendo al Estado el dinero adelantado por éste a cuenta de la liquidación del año pasado?

    Eso parece improbable, menos aun con Rajoy en La Moncloa, como vaticinan todas las encuestas. Es más: la crisis económica produce alianzas imprevistas, como la de Alberto Fabra y Ramón Luis Valcárcel con el catalán Artur Mas, defendiendo hoy mismo ante la UE en Bruselas la conveniencia del corredor ferroviario mediterráneo.

    Sin embargo, nadie se atreve a coger por los cuernos al toro de los recortes económicos imprescindibles para salvar los muebles. Por otra parte, ¿de qué han servido los fastuosos gastos realizados durante estos años de vacas gordas si la costosa Ágora de Santiago Calatrava, proyectada para grandes actos deportivos, no sirve para la final de la Copa Davis y se ofrece en su lugar el viejo velódromo Luis Puig?

    Un sinsentido más. Como el de la mastodóntica RTVV cuya reducción —jibarización, dicen algunos, aludiendo a que inicialmente afectará solo a su cabeza— analiza hoy el consejo de administración del ente. ¿Y cómo se justifica la prédica de austeridad y el amago de un gran ERE sobre los trabajadores si se recoloca en ella como directiva a Nuria Romeral, principal ejecutora de la política de comunicación campsista?

    La sensación resultante de todo ello es que se están dando vueltas en círculo mientras se vacila sobre el camino recto a seguir. Eso le pasa también al PSPV, por supuesto, cuyo líder autonómico, Jorge Alarte, recibe esta semana a Pérez Rubalcaba con la triste convicción de un inminente descalabro electoral.

    Es que éste no es, pues, tiempo de alegría. Tampoco para el batallador Francisco Camps, convencido el hombre de su exoneración penal, la cual le permitiría regresar al primer plano de la política. Él parece ser el único que a estas alturas no sabe que su marcha ha sido un camino sin retorno y que la reciente condena de Víctor Campos y Rafael Betoret alimenta los peores presagios.


Enrique Arias Vega.
Desde Valencia, España.