domingo, 11 de diciembre de 2011

Adelaida Milla. Poesía.






ENERGÚMENOS

Nuestro derecho a la vida,
por eso digo y afirmo
que los hombres escasean,
presumiendo así de ello
actuando como fieras,
y es que como la justicia llega
justamente en cuentagotas,
son tan pocas las que hay
que a ninguno así le toca.
Por dentro siento una rabia…
porque la mujer es tonta
por aguantar los insultos
igual que su primera ostia.
Para mí hay un porcentaje
de mitad con la mitad,
el hombre tiene la fuerza
la mujer capacidad,
y hay cincuenta maneras
de ellas llevar el timón:
cuando duermen,
cuando comen,
cuando están en un sillón.
Porque la vida es valiosa
y por tener solo una
la tienes que defender
aunque en la cárcel te pudras.
Si más de una cogiera
la justicia por su mano,
como quitarles la vida,
como dejarlos castrados…
Hay montones de razones
que te pueden defender,
pues la justicia casi no existe
si no solo para él.
Si eres mujer de tu casa,
si eres madre tú también,
y muchas salen de casa
si es que así quieren comer,
de su costilla salimos
pero nada les debemos
por actuar como fieras
y obrar como cabestros.
Mujer, defiende tu vida,
lucha por tu estar aquí,
acaba con ese macho
que no te deja vivir.
Si eres mujer de tu casa,
si eres fuerte al parir,
si estás criando a tus hijos,
¿qué más te pueden pedir?
¿No ves que la fuerza nuestra
es nuestra propia razón?
Luchemos todas unidas
y que oigan nuestra voz.
Si la justicia dice
que todos somos iguales
actúa igual que ellos
y tíralo a la calle,
y si el te amenaza
avísale a tu interior,
y pártele la cabeza
a la primera ocasión.


Adelaida Milla.
Desde Valencia, España.

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