SUBSAHARIANAS
Te has mudado inquieta
tu túnica tribal y colorista
para enfundarte en una botas
de princesa repudiada, y en un body
de trotamundos del sexo.
Has dejado tus rebaños,
los vociferantes mercados preñados
de olores picantes y difusos,
tus ríos cimbreantes, tus campos
resecos en el polvo de los siglos,
tus cabañas, tus poblados, tus brujos,
tus tótenes y tus tabues,
tu naturaleza sangrienta e insatisfecha,
y te has quedado apalancada,
inhiesta y provocante, como una flor
de plástico y de lujuria, de soledad,
en la Casa de Campo.
Tus carnes prietas y negras,
tus ojos blancos y grandes,
tus inmensos dientes, tu sonrisa
triste y forzada para el macho,
tus curvas aireadas y puestas a punto,
no saben qué hacer ni para qué
con la vida prometida y no alcanzada
más que con un cleenex por bandera.
Un día prostituimos a tus pueblos
dejando el olor nauseabundo y pegajoso
de la codicia y la opulencia,
convirtiendo en sangre esclava y sucia
a tus tierras y a tus gentes,
y hoy, más finos, más retorcidos,
infinitamente más poderosos y putrefactos,
prostituimos a tus mujeres y a tus niñas
so pretexto de un mundo donde todo
es mas accesible y compartido.
Gentes de África, mujeres africanas:
os han “infibulizado” en nombre de Alá
y en nombre de Cristo os prostituyen
con la misma tranquilidad de conciencia
y con similares argumentos.
Mujeres africanas:
sois la semilla y la esperanza,
la revolución pendiente y agraviada
de este primer mundo desquiciado
que ensucia todo lo que toca.
Mujeres africanas:
cerrad las piernas y abrid los brazos,
dejad el corazón y la rabia
en la punta de vuestra antigua lanza
tribal y poderosa...
Luis E. Prieto.
Desde Madrid, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario