NO TE CALLES NUNCA
Tan quieta la mirada,
esclava del horizonte...
Dentro de los ojos
hay una sospecha
que destruye la rutina.
Visión del presente continuo
que suscribe la farsa del sentimiento,
la violación del amor,
la aniquilación de lo humano,
la pérdida de lo sagrado.
Llorar y ser mujer.
Un grito afilado
que supera la miseria
rompiendo a trozos lo temido.
Llorar y ser mujer.
Dejar libre el pensamiento,
escuchar como cesan
los sonidos del silencio.
Llorar y ser mujer.
Sentir el miedo en las entrañas,
soportar los golpes del amado
y el desprecio en su mirada.
Querer desertar...
y ser mujer.
Soñar con el sol cada mañana
y ser mujer.
Cerrar, al fin, los ojos.
Silencias los labios,
y morir...
Solo por ser mujer.
Teresa Espasa.
Desde Valencia. España.
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